lunes, 28 de abril de 2014

Ventajas de estar embarazada


Sí, todos sabemos que en el embarazo se pueden sufrir algunas molestias físicas, pero, ¿por qué se habla tan poco de las cosas buenas de estar embarazada? Aparte de lo obvio (tener un hijo, convertirte en madre, crecer como persona, etc), el embarazo en sí tiene algunas ventajas interesantes (que algunas de mis amigas definen como "tener carné de embarazada"), que vale la pena enumerar:

1) Te dejan pasar gratis a los sitios y te hacen descuentos por la cara: Estas Fallas, he entrado gratis o con descuento por la cara en todos los monumentos de Sección Especial que he visitado menos en uno. Y hace poco, al verme la tripa me rebajaron a la mitad una multa de aparcamiento (que encima los locales no deberían haberme puesto, pero esa ya es otra cuestión). En algunos bares hasta te invitan a una consumición (sin alcohol, por supuesto) ^^

2) Te puedes sentar en los reservados del transporte público: No voy a decir que la gente te cede el asiento, porque es mentira (de hecho, las únicas que me ceden en asiento en el autobús son las señoras mayores, y me da apuro que se levante una pobre abuelita para sentarme yo; en cambio, los hombres y mujeres jóvenes y los adolescentes me ven, miran hacia otro lado y silban, los muy maleducados). Sin embargo, al menos tienes la ventaja de que puedes usar los asientos reservados sin que nadie te mire mal.

3) Puedes llorar, reírte a carcajadas y ponerte todo lo emocional que quieras: A veces, tenemos un día malo o nos da la risa histérica y tenemos que tragárnoslo con patatas para no parecer neuróticas. Si estás embarazada, no. Con aquello de las hormonas, puedes enfadarte o llorar lo que te dé la gana, ¡y encima recibes ración extra de mimitos!

4) Puedes comer lo que te dé la gana: Evidentemente hay que controlar si no queremos acabar hechas una bola. Pero estando embarazada te puedes olvidar de dietas y restricciones durante nueve meses (excepto cuando el médico te prohíbe comer algo, claro), y encima si algo te apetece muuuucho mucho mucho, puedes mandar al padre de la criatura a comprarlo a toda velocidad, porque claro, es un antojo ;-)

5) Puedes presumir de barriga: ¡¡Esto es genial!! ¡Abajo la tiranía de la moda! Si tienes la suerte de tener el tipo "boa constrictor" (para entendernos, que sólo engordas de pecho y tripa pero el resto de tu cuerpo permanece razonablemente delgado), puedes llevar ropa ajustada y presumir de tu lustrosa barriga. No sólo nadie espera que tengas el vientre plano, sino que todo el mundo elogia tu tripita y hasta la envidia :-D

6) Tratamiento de belleza gratis: Y es que la piel y el pelo, en algunos casos, mejora mucho con el embarazo. Tienes la piel más radiante y reluciente, y el pelo se cae menos y crece más. Ojo con esto último: suele tener efecto rebote inverso después de dar a luz, así que a partir del último mes es buena idea ir usando un champú anti caída por si acaso.

7) Te llevan a todas partes y no te dejan cargar peso: Es bueno hacer ejercicio físico estando embarazada, pero sin pasarse. Tener una tripa tan enorme cansa bastante y no conviene hacer esfuerzos ni forzar la espalda, de modo que mientras estés embarazada acostúmbrate a tener chófer, ¡y olvídate de cargar bolsas!

8) La ilusión de prepararlo todo: Es muy divertido preparar la nueva habitación para el bebé, elegir el color de las paredes, las cortinas, comprar la ropita y los complementos... de hecho, a poco que tengas una familia numerosa lo más caro te lo prestan o te lo regalan, así que tampoco es un gasto excesivo.

9) La creatividad sexual: Algunos me mirarán raro, pero es cierto. Cuando estás embarazada, la vida sexual cambia... pero no tiene por qué ser a peor. Es un buen momento para probar nuevas posturas, nuevas caricias, y encima como nos llega más sangre a los genitales y los tenemos más sensibles, el orgasmo es más fácil de alcanzar y más intenso. No hay que tenerle miedo al sexo durante el embarazo; el bebé ni se entera y mientras no haya riesgos y el médico no diga lo contrario se pueden tener relaciones sexuales hasta el último día. ¡De hecho, es un buen modo de fortalecer el suelo pélvico de cara al parto!

Estas son todas las ventajas que se me ocurren ahora, ¡y seguro que hay más! :-)

4 comentarios:

  1. Voy a comentarlas una por una:

    1) Hala, pero qué suerte!! ¿Multa rebajada? Me pongo la barriga artificial ahora mismo cuando salga a la calle! XD!

    2) Lo del transporte público es cierto. Yo he visto que se suele dejar antes el asiento a una persona mayor antes que a una embarazada o a alguien que tenga una pierna escayolada. Aún no se ha aprendido civismo, por lo que veo.

    3) Eso también me da envidia! Yo no puedo cabrearme, porque enseguida me sueltan lo típico de "¿Qué? ¿Estás en esos días o qué?" Grrrrr!!!

    4) Mi amiga tuvo antojo de sardinas durante todo el embarazo. No se lo explica ni ella, que ni siquiera le gustaban mucho!

    5) ¡Oh, sí! ¡Me encanta! Aunque eso dependerá un poco de la figura que se le quede a la mujer y de los complejos que tenga, ¿no? Mi madre me dijo que ella parecía una mesa camilla cuando estaba embarazada de mí, y que había gente que le preguntaba si esperaba gemelos. Ella no se hubiera atrevido a enseñarse tanto, jajaja!

    6) Esto no lo sabía. Lo que sí sabía es que te aumentaba la miopía si ya eras miope, o que la diabetes se podía agudizar. Pero oye, también tenía que tener una parte buena.

    7) Di que sí, y no como hacían nuestras abuelas, que tenían que cargar pesos y trabajar como mulas estando embarazadas y todo. Y que sepas que eso se extrapola también al post-embarazo: el hombre es el que lleva el portabebés y la bolsa de los pañales, jejeje! Haz valer tus privilegios!

    8) Me pasé semanas bordando baberos y toallas cuando nació mi primito! Y me hacía mucha ilusión escoger patucos y trajecitos para él.

    9) ¡Huyyy, que esas cosas me ruborizan! *^^* Pues hay mucha leyenda urbana acerca de eso: que si es malo para el bebé, que si se lo puede lastimar... Menos mal que poco a poco desaparecen esos falsos mitos. ¡A disfrutar hasta el último día, jajaja!

    Bueno, hasta aquí el comentario. Espero que estés llevando un embarazo muy, pero que muy bueno. Si te cuidas tan bien, la niña saldrá dando volteretas a poco que te descuides. ¡Mucha suerte! ¡Ya no queda mucho! ^^*

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  2. ¡Jajaja! Pues creo que, a juzgar por lo mucho que se mueve, sí que saldrá dando volteretas. ¡Pobre de mí! :-P

    Respecto a lo del aumento de la miopía, depende, ¿eh? Yo soy miope y no he notado que me aumenten las dioptrías con el embarazo, sigo viendo bien con las mismas gafas de siempre. También es verdad que yo, por fortuna, estoy llevando un embarazo bastante agradable dentro de lo que son las molestias típicas. Sí, me siento pesada y me canso con facilidad, sí, he aborrecido algunas comidas (me dan ganas de vomitar los huevos, los plátanos, el maíz dulce y todo lo que sea frito o aceitoso), y sí, tengo acidez por las noches. Pero quitando esas tres cosillas, la verdad es que estoy muy bien, ¡y sólo he cogido 4 kilos en ocho meses! :-D

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  3. Sobre el transporte público, yo le doy mi asiento a una persona anciana o una persona invidente o situaciones así, pero no a una embarazada ¿por qué a unos si y a otros no? bueno, es muy simple, la persona anciana no es que haya decidió envejecer y no poder casi moverse y la persona invidente no tiene la culpa de no poder ver, ellos no eligieron estar en una situación así, en cambio, la mayoría de las embarazadas si eligieron estar en esa situación entonces ¿por qué tengo que ceder el asiento a una embarazada? fue decisión de esa persona, no mía, y sí, tal vez algunos lo llamen mala educación, pero es la verdad, no tengo porque ceder el asiento, no entiendo porque tienen que tener ese privilegio, en fin, tal vez si algún día tengo hijos, entienda un poco más la situación.

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  4. Selene, en primer lugar, no todas las mujeres que están embarazadas han buscado estarlo (existen los "accidentes"). Y en segundo lugar, el embarazo conlleva una serie de molestias, tales como el dolor de espalda o un cansancio extremo, sobre todo cuando estás en el último trimestre. También existe el problema de que yendo de pie en el autobús los golpes o las caídas pueden ser más frecuentes (y encima con la barriga gorda tu centro de gravedad se desplaza y tienes menos estabilidad), y si suceden eso puede poner en peligro la vida del bebé. ¿De verdad sigues creyendo que no debes ceder tu asiento a una embarazada sólo porque se supone que lo eligió ella? Por esa regla de tres, tampoco deberías cedérselo a un deportista con la pierna rota, que el que hace deporte ya se sabe, corre el peligro de lesionarse...
    Pregúntate por un momento cómo te sentirías si una mujer embarazada que va de pie en el mismo autobús que tú se cayera de morros al suelo por un frenazo, mientras tú vas cómodamente sentada en tu asiento, y espero que la respuesta a esa pregunta te haga cambiar de parecer. Si no es así, recuerda que de todos modos no sólo se trata de una norma de educación y generosidad fundamental para vivir entre las personas, sino que forma parte de la normativa de todos los transportes públicos, y en el momento en que te subes a uno aceptas seguir sus normas, tanto si te gustan como si no.

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