martes, 28 de enero de 2014

10 Cosas que NO deberías decirle a una mujer embarazada


A las embarazadas, muchas veces, nos felicitan con una sonrisa en la cara pero por dentro nos envidian, nos desprecian o nos tienen pena. Es un hecho. Porque si no, no me explico la cantidad de veces que tenemos que oírnos estos comentarios, que destilan la suficiente mala leche como para que sean malintencionados. Es curiosa (y preocupante) la cantidad de gente a la que le encanta llamarte gorda, te da consejos que no has pedido o te cuenta historias para no dormir. Y yo me pregunto, ¿por qué lo hacen? ¿Les parece divertido o algo así? ¿Por qué no miden sus palabras antes de soltarlas, como suelen hacer las personas educadas y civilizadas en las conversaciones cordiales?
Sea como sea, aquí vienen las mejores (o peores, según se mire) perlas que nos toca oír. La mayoría me las han soltado a mí en persona, otras se las han tenido que comer amigas mías que están embarazadas o lo han estado recientemente. Queridos lectores, os lo suplico: si conocéis a alguna mujer embarazada, no le digáis estas cosas, a no ser que sea vuestra peor enemiga, la fresca que os ha levantado al novio, o la niña mala y repipi que os tiraba de las trenzas en el colegio.


1)  Ah, ¿estás embarazada? Pues no te lo había notado. Al parecer, crees que esta tripaza yo la he tenido siempre, ¿no?Una manera muy sutil de llamarme gorda.

2) ¡Uy, qué gorda estás! ¿No serán gemelos? Una manera mucho menos sutil y mucho más insultante de llamarme gorda.

3) Uf, pues aún te queda lo peor... Gracias por los ánimos, chata.

4) Mi prima tuvo un desprendimiento de placenta en medio del parto y tuvieron que hacerle una cesárea de urgencia sin anestesia y casi se muere. Me alegra mucho saberlo; a las embarazadas nos encanta oír historias de terror acerca de partos sangrientos y difíciles con madres muertas y niños nacidos con problemas, es justo lo que necesitamos para vivir nuestra gestación felices y tranquilas.

5) Aprovecha para dormir ahora que puedes, que se te acaba lo bueno. De nuevo... gracias por los ánimos, chata.

6) Pues si yo pudiera retroceder en el tiempo, no tendría hijos. ¡Son unos desagradecidos! ¡Que dejéis ya de darme tantos ánimos, joder! Bastante vértigo da esto de convertirse en madre para que encima nos estéis comiendo la cabeza sobre lo bien que estamos ahora y lo agobiadas que estaremos después. Ya sabemos que criar a un niño no va a ser tarea fácil; por eso precisamente lo que necesitamos oír es lo bueno del asunto, que con lo malo que podría pasar ya nos comemos lo suficiente la cabeza.

7) ¿Sabes que se ha terminado tu vida sexual, no? Además los hijos ya no te dejan tener vida de pareja. No sé qué tiene más este comentario: envidia o mala hostia. Al margen de que supongo que dependerá de cómo te lo montes para compatibilizar las facetas de madre y esposa; vamos, digo yo.

8)  ¿Y para cuándo el hermanito? ¡Déjame tener a éste primero, so agobiante, y ya veremos después si hay hermanos, no los hay, y en caso de haberlos cuántos y cuándo los hay!

9) A mi amiga le salieron estrías y se le quedaron los pechos caídos. Gracias por los ánimos, zorra. ¿Cuántas veces lo he dicho ya?

10) Supongo que vas a darle el pecho, ¿no? Porque el biberón es malísimo y bla, bla, bla. No necesito que la Liga de la Leche me dé un discurso sobre la lactancia materna. Si estoy a favor, vas a predicar a conversos. Si no lo estoy, vas a meterte donde no te llaman. Absteneros de dar consejos si no os los piden.

3 comentarios:

  1. Me alegro de no haber cumplido ninguno de esos puntos, ni contigo ni con todas las amigas embarazadas que he tenido y tengo actualmente.

    A la Liga de la Leche Maternal les pueden ir dando. Vale que la leche maternal es lo mejor del mundo, pero no todos los niños se pueden criar así, asi que en el remoto caso de que la cría no se te enganche, biberón, que historias de esas para no dormir que te ha contado la del punto 4 me ha contado mi madre cosas muy feas que prefiero que no sepas.

    Yo no estoy embarazada ni soy madre, no te lo digo por mi propia experiencia pero si al final no quieres/puedes darle el pecho, biberón sin complejos.

    Por cierto, de embarazada estás tan guapa como de costumbre ;), que no te coman el tarro.

    Narwen

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  2. Mi madre me dijo que cuando quedó embarazada su madre le dió el siguiente consejo "cuando tengas al niño todo el mundo te va a dar un montón de consejos, incluso yo. Mi consejo es que no escuches a nadie y hagas lo que creas más adecuado para tí y para el niño" y ese fue el consejo que me dió a mí. El problema es que lo de no escuchar lo que me decía mi madre fue bastante dificil.
    El único consejo además de este que me gustó fue el de la mujer de mi primo. Me comentó que aunque no tuviera ganas me fuera a cenar, de excursión, de viaje, al cine... porque luego me plantearía porque no lo hice.
    ... tengo que reconocer que ambos consejos tienen razón.
    Por cierto... durante estas fiestas de navidad, no les ha dado a toda la familia, amigos y compañeros de curro por pasarte los décimos de la lotería por la panza. Porque las que estamos con barriga prominente en fechas navideñas acabamos hasta el moño de que nos froten décimos como si fuesemos un lector de código de barras de supermercado.

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  3. En realidad a mí no me han dado demasiado por el saco con el asunto del engorde; es algo que le han dicho más a otras futuras mamás. En mi caso, tengo suerte porque he engordado muy poquito desde que me quedé embarazada (tengo al ginecólogo contentísimo en ese aspecto) y de hecho, me veo y me ven más estilizada de piernas y de cara, de modo que los poquísimos comentarios que he oído al respecto eran (y se notaba) a mala leche.

    Con lo que sí que me han machacado más es con la pregunta de para cuándo el hermanito, y (¡ay!) con las historias de terror. Respecto a estas últimas, encima he tenido que encontrarme en el Facebook con gente que, para apoyar o rechazar la ley del aborto de Gallardón, se dedicaba a poster artículos con fotografías reales de fetos muertos, ya fuera para decir "esto no parece un humanoooo" como para decir "pobrecito, que es humanooo". En cualquier caso, los dos conseguían una consecuencia común: ponerme malísima a mí el resto del dia :-(

    Y afortunadamente, a pesar de lo que me temía, ningún gracioso intentó las pasadas fiestas pasarme ningún décimo de lotería por la barriga. No sé si es porque en mi familia no se juega mucho, o porque ya se habían cruzado con bastantes calvos y jorobados cuando me encontraron a mí :-P

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